martes, 10 de diciembre de 2013

Facebook y los mensajes alentadores...

Lo del Facebook no tiene nombre, de verdad...  Te levantas por la mañana, para hacer las tareas de la Universidad ;) conectas el ordenador, vas al Facebook por si tienes algún mensaje/comentario, miras en el muro y… vaya telaaa, ni que fuera el muro de las lamentaciones!!
Primer comentario: “Cuando la gente se aleja de ti, déjalos ir, no significa que sean malas personas, solo que su parte en tu historia ya se terminó”. Vale…, optimista… Siguiente: “Aprende de la Luna que aunque se encuentra sola nunca deja de brillar”; Otro: “Es decepcionante cómo las personas con las que más momentos has compartido no están a tu lado cuando más los esperabas”Otro… “Si un amigo te traiciona…”. Hombre… amigo, amigo…no sería…pero…para eso te hiciste amigo mío en facebook?… para animarme así tan temprano por la mañana, que ni me ha dado tiempo a saborear el desayuno?!
Venga, por favor!!en serio que de vez en cuando me lo planteo!
 Vamos a ver. Realmente crees que se puede (salvo que te hayas levantado para suicidarte, claro está), empezar un día en ese estado?!  Que si la gente se aleja de ti, que si eres como la Luna que está sola, que si te traiciona un amigo, que si la decpción, que si… pero qué dices?!… Ayyyy!!, con lo bien que estabas dormidito!!
Espabila neneee!!, mira al cielo, sonríe, disfruta de la vida, vete a un psiquiatra, vuelve del psiquiatra o hazte psiquiatra yo que sé, lo que tú quieras, con la de horas que tiene el día que son alucinantes, que pueden pasarte miles de cosas, conocer gente (real…no virtual), cambiar tu vida en un segundo…
Pero no!. No puedes sonreír, vaya ser que sea malo… alejamiento, soledad, que si un amigo te traiciona que si la Luna esta sola…  venga hombre!!!, date una alegría al cuerpo y disfruta que total…
Espera que acabo de ver una cosa!!…Qué?!, ah!, ¿que qué dice de la situación sentimental del optimista este en su face?. Espera… voy a mirar… Esto es: “Situación sentimental: complicado”. Complicado?, perdona! Pero como sigas así más que complicado… va a ser imposible.

El mundo actual y nuestras emociones

Hoy en día vivimos en un mundo fluido y líquido, en términos de Zygmunt Bauman (2005), es decir, en términos de un aceleramiento de las relaciones humanas, en donde las relaciones interpersonales son fugaces y destinadas a ciertos fines emocionales específicos. Unas relaciones que, en su fugacidad, hacen que las dimensiones emocionales tiendan a experimentarse de forma inmediata, dejando en lo más hondo de las personas, al acabarse o al interrumpirse dichas relaciones, por esto o lo otro, varias carencias y vacíos afectivos de todo tipo.

Facebook y otras redes sociales, por ejemplo, son medios que facilitan las relaciones interpersonales de una forma más fluida y rápida que las relaciones interpersonales de antaño, puesto que dichos medios propician que la comunicación se pueda llevar a cabo en tiempo real. Pero no solo eso, dichos medios también propician, y casi que hasta se podría decir que de una u otra forma fuerzan, a que nosotros, en especial los jóvenes, construyamos, perfilemos o inventemos una imagen de nosotros mismos para mostrar en nuestros círculos sociales o ante el mundo entero. Por esa razón, puede decirse que las relaciones interpersonales de hoy en día no giran tanto en torno a las interacciones cara a cara, sino a las ficciones performativas que las personas idean de sí mismas. Esto, tomando en cuenta la gran importancia de las TIC y las redes sociales informáticas actualmente.

Ahora bien, de acuerdo con Georgina Remondino (2012), la principal característica de nuestro tiempo, es decir, lo que más identifica a las tecnologías actuales y al uso que les damos, es la máxima de “Muéstrate a ti mismo”. O, en otras palabras, vivimos en una época en donde una de las cosas que más se comparten es la imagen que armamos de nosotros mismos así como todo el entramado de argumentaciones que giran en torno a ella (una imagen como lo puede ser la foto que de nosotros coloquemos en el Facebook). El problema, a mi modo de ver, no es el hecho de que creemos una imagen de nosotros mismos para compartir ante el mundo, sino de dónde proviene el entramado discursivo que nos dice que, ante todo lo que podamos o no hacer, lo primordial es mostrarnos a nosotros mismos así como a nuestras principales aficiones, para mantener relaciones interpersonales y satisfacer una que otra de nuestras apetencias emocionales.

Ahora bien, en lo que atañe a estas apetencias, como ya lo he insinuado líneas atrás, el mundo líquido y fluido de hoy en día crea varias de ellas, es decir, varios vacíos que buscamos saciar de alguna u otra forma. Por otra parte, también podemos tomar en cuenta que algunos estudios afirman que los modos de crianza actuales impiden el desarrollo saludable del cerebro de los niños. Yaiza Martínez nos dice, por ejemplo, que "las prácticas sociales y las creencias culturales de la vida moderna están impidiendo el desarrollo saludable tanto emocional como cerebral de los niños", ya que al desaparecer la familia extensa hay menos personas encargadas de ellos. Por otra parte, la flexibilización del mundo también es una flexibilización del ámbito familiar y la disciplina, por lo que los niños, a corto o a largo plazo, a raíz de lo que se ha dicho, quedan con grandes vacíos emocionales. Unos vacíos que generan apetencias de las cuales se apodera el mundo del consumo actual y, en especial, el neoliberalismo.

¿Qué tantos vacíos emocionales puede entonces producir en nosotros esta sociedad líquida y desaprensiva en la cual vivimos? ¿Cuántas carencias afectivas, frustraciones, deseos reprimidos y falta de atención que luego se transformarán en apetencias emocionales que se querrán saciar de alguna u otra forma? ¿Es acaso el internet, y más exactamente las redes sociales informáticas, un medio en el cual los jóvenes vuelcan algunas de esas apetencias emocionales al crear una imagen y una argumentación medianamente estandarizadas de sí mismos? ¿Se aprovecha acaso el sistema económico neoliberal de ello? 

El presente texto, cabe decirlo, es una reflexión que aborda dichos interrogantes desde un punto de vista sociológico. Una reflexión en la cual se nos muestra la gran importancia que le damos a las relaciones interpersonales mediadas para saciar nuestras apetencias emocionales, y el poco peso que le damos a nuestra participación real en el mundo. Es decir, el poco peso que a la hora de la verdad le damos al ejercicio de una democracia verdaderamente participativa, en un mundo que posee un desenvolvimiento claramente líquido y fugaz. Un mundo que constantemente nos seduce y nos encanta, que insta a nuestras emociones a ser también parte del consumo, y que nos insta mucho más a desear que a tomar decisiones.

El Mainstream, las relaciones interpersonales y nuestra participación en el mundo

Hasta hace unos pocos años se hablaba, al momento de analizar la cultura a nivel mundial, en especial en los análisis literarios y artísticos, de la llamada cultura de masas. Un concepto con el cual se designaba al ancho espectro de producción cultural de naturaleza anticanónica que tenía por objeto seducir a las masas mediante productos de fácil consumo, unos productos no muy elaborados, por cierto, para que no requirieran gran esfuerzo intelectual el apropiarse de ellos. Unos productos que no eran sino imitación y reproducción, e incluso hasta engaño con respecto a la realidad, tal y como llegaron a sostener algunos autores como Theodor Adorno, Max Horkheimer o Vattimo (Amar Sánchez, 2000) al diseñar sus respectivas críticas ante el mundo de la técnica. Según estos autores, la televisión, el cine y otros medios de entretenimiento masivo ofrecen la satisfacción inmediata de las apetencias emocionales, y ahí es donde radica el encanto de los grandes medios de entretenimiento. Un encanto que, sobra decir, es sumamente alienante.

No obstante, hoy en día ya no se habla de cultura de masas, puesto que los discursos se han entremezclado a tal punto que cualquier persona puede consumir un producto de lo que antiguamente se consideraba alta cultura (bajo ciertos esquemas occidentales), o de baja cultura. Debido a ello, hoy en día se habla de Mainstream, o de corriente dominante. Ahora bien, respecto a lo que se ha venido hablando en el presente texto, hasta el momento, se puede aseverar que una de las más importantes corrientes dominantes del mundo actual es la máxima de "Muéstrate a ti mismo". Y no solo eso, sino también las relaciones interpersonales y más exactamente el bienestar subjetivo, del cual, de la mano de Malo Cerrato (2012) tenemos lo siguiente:

Desde las ciencias sociales, Glatzer y Mohr (1987, en Casas, 1996) definen que el bienestar subjetivo constituye el componente psicosocial de la calidad de vida, la cual entienden como un constructo que incluye, además de medidas de las condiciones materiales de vida, medidas de percepciones y evaluaciones de las personas en relación a dichas condiciones. Este constructo multidimensional integra por definición aspectos objetivos y subjetivos, tanto de la vida globalmente como de diferentes ámbitos de la vida. Su componente objetivo se refiere a la disponibilidad de bienes y servicios, mientras que el subjetivo se refiere a la autovaloración de la propia vida (Glatzer y Mohr, 1987, en Casas, 1996) (Malo Cerrato: 28).

Ahora, si tomamos en cuenta que vivimos en un mundo con muchos vacíos emocionales y que el bienestar subjetivo y las relaciones interpersonales son tomadas como aspectos muy importantes de la persona, en especial en los jóvenes, y que las redes sociales se muestran como el medio indicado para llevar cabo dichas relaciones interpersonales, lo que tenemos es que muchos jóvenes se verán instados a volcar casi todas sus apetencias emocionales en aquellos medios. En principio, eso no encierra mayor problema en sí, puesto que este texto no busca decir que los medios de comunicación y las redes sociales son enteramente alienantes y, por tanto, negativas con respecto a la esencialidad del ser humano. El problema surge cuando el sistema, saca provecho de nuestras hondas apetencias emocionales, no solo para reproducir continuamente el sistema, y no solo para insertarnos en el mundo del consumo, cosas ante las cuales podemos vivir con un adecuado sentido de la crítica y la proporcionalidad de las cosas, sino cuando el sistema no nos deja desarrollar dicho sentido de la proporcionalidad de las cosas, y únicamente nos inculca que debemos satisfacer nuestras relaciones interpersonales, nuestro bienestar subjetivo (máximo interés individual, y no comunal, de la vida postmoderna), y, en general, nuestras apetencias emocionales (ya sea de apetencias de afecto, de relaciones de amistad, o de emociones que podemos disfrutar a través de los productos de entretenimiento).

Bibliografía

Amar Sánchez, Ana María (2000): Literatura y cultura de masas, juegos de seducción y traición. BEATRIZ VITERBO EDITORA

Bauman, Zygmunt (2005). Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. México. Fondo de Cultura Económica.

Casas, Ferran (1996). Bienestar social: una introducción psicosociológica. Barcelona. PPU.

García Casado, David (2010). La resistencia no es modelo sino devenir. Crítica de lo radical contemporáneo. Revista Estudios Visuales.

Guerrero, Miguel Ángel, (2013) La inmediatez de las emociones al estar desnudas. Breves ensayos sobre género, historia, política y posmodernidad.

Lozano Caro, Inmaculada (2008): Guía de género, migraciones y empleo. Dinámicas de adaptación resistencias en los campos de acción transnacional. Madrid: ACSUR-LAS SEGOVIAS.

Malo Cerrato, Sara; Navarro Pou, Dolors y Casas Aznar, Ferran (2012). El uso de los medios audiovisuales en la adolescencia y su relación con el bienestar subjetivo: Análisis cualitativo desde la perspectiva intergeneracional y de género. Athenea Digital12(3), 27-49.

Remondino, Georgina (2012). Blog y redes sociales: un análisis desde las tecnologías de la gubernamentalidad y el género. Athenea Digital,12(3), 51-69.

Sassen, Saskia. (2003). Contrageografías de la Globalización. Género y ciudadanía en los circuitos transfronterizos. Madrid: Traficantes de sueños.

Referencias tomadas de internet

Martínez, Yaiza:
www.tendencias21.net


Guerrero, Miguel Ángel:
www.eumed.net

Jordán, Vinicio
www.monografias.com